Son las tres de la mañana, no he podido dormir. "Se parece a ti" se parece a mí, podría haber dos iguales. No acepto comparaciones. La bebé empezó a llorar. "Tiene el rostro de papá" voy a tener que cargarla un rato, quizá sea la ultima. Luna llena, completa soledad, ni siquiera un gato, solos tú y yo viendo la calle, te ríes igual a tu mamá. Esto, son gotitas de agua que brotan sin explicación, le llaman lagrimas. Por allá se escucha una sirena que rompe con el silencio.
No sentí cuando se fue Sandra, la niña ya se la llevo la niñera. A ver de qué no me he enterado.
"Encontrado cuerpo amordazado y en estado de descomposición"
No puedo esperar más, es mi rostro. Me voy así mismo. Estas dos pacas son suficiente dinero, pasaporte, todavía no tienen mi nombre; pero sí mi rostro, me agarrarían en el aeropuerto, como sea tengo que cruzar la frontera. Un papelito, este me sirve. "Sandra, te amo y siempre te ameré, cuida de mi hija, nunca más me vas a volver a ver; piensa en mí como a un muerto. Adiós"
-Papi ya llegue, ¿estás en el baño?, Aquí está su maletín, está todo en el closet, ¿qué se habrá hecho? Seguro fue a trotar, como todos los viernes; el viernes pasado salió a pesar de la lluvia. ¿Y éste papel...?
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